Nacido en un humilde hogar de Borja, el 19-Vl-1923, sus padres Marcos Rodríguez y Elisa Pedotti, le posibilitaron los estudios primarios y secundarios.
Ingresa al Colegio Militar «Mariscal Francisco Solano López’ en febrero de 1942.
Egresa con el grado de Subteniente de Caballería y es destinado al Regimiento C. 2 «Coronel Felipe Toledo» (20-11-1 946). El año 1947 le brinda dos nuevas experiencias, una, deportiva, la de integrar el equipo de Penthatlon Militar Moderno, que compite en Río de Janeiro; y la otra política-militar, al participar entre 1 las tropas leales al gobierno de Higinio Morínigo, en la revolución de ese año.
Su carrera militar, está llena de satisfacciones:
El 1-11-1948, asciende a Teniente y el 14-V-1 949 a Teniente Primero; Capitán, el 14-V-1 953 y llega a ser Comandante interino del R. C. 3 «Coronel Vicente Mongelós» (24-Vlll-1 954).
Asciende a Mayor el 11 -V-1 957 y ocupa el cargo de Comandante accidental del D. C. 1 «General Bernardino Caballero» (3-IX- 1957).
El 14-V-1961 es ascendido a Teniente Coronel del Estado Mayor, destinado al D. C. 1 como Comandante interino el 10-VIII- 1961.
Nombrado, asimismo, Profesor interino de la Escuela Superior de Guerra el 17-lV-1962; Coronel el 14-V-1964; y General de Brigada el 14-V-1 967.
Con este grado pasa a ser Comandante efectivo del D. C. 1 «Gral. Bernardino Caballero» (31 -V-1 968).
Ingresa al Colegio Militar «Mariscal Francisco Solano López’ en febrero de 1942.
Egresa con el grado de Subteniente de Caballería y es destinado al Regimiento C. 2 «Coronel Felipe Toledo» (20-11-1 946). El año 1947 le brinda dos nuevas experiencias, una, deportiva, la de integrar el equipo de Penthatlon Militar Moderno, que compite en Río de Janeiro; y la otra política-militar, al participar entre 1 las tropas leales al gobierno de Higinio Morínigo, en la revolución de ese año.
Su carrera militar, está llena de satisfacciones:
El 1-11-1948, asciende a Teniente y el 14-V-1 949 a Teniente Primero; Capitán, el 14-V-1 953 y llega a ser Comandante interino del R. C. 3 «Coronel Vicente Mongelós» (24-Vlll-1 954).
Asciende a Mayor el 11 -V-1 957 y ocupa el cargo de Comandante accidental del D. C. 1 «General Bernardino Caballero» (3-IX- 1957).
El 14-V-1961 es ascendido a Teniente Coronel del Estado Mayor, destinado al D. C. 1 como Comandante interino el 10-VIII- 1961.
Nombrado, asimismo, Profesor interino de la Escuela Superior de Guerra el 17-lV-1962; Coronel el 14-V-1964; y General de Brigada el 14-V-1 967.
Con este grado pasa a ser Comandante efectivo del D. C. 1 «Gral. Bernardino Caballero» (31 -V-1 968).
Logra las palmas de General de División el 14-V-1970
Dada la situación política-económica-social, lidera la revolución contra el gobierno de Stroessner y asume la Presidencia el 3-II- 1989.
Con este movimiento interpreta los distintos anhelos de libertad que anida en el pueblo y logra encauzar a una corriente vivificante que da paso a una democracia incipiente, pero dinámica.
Durante su gobierno, comienza una nueva etapa, con esperanza y libertad; comienza el fortalecimiento de las Instituciones Republicanas, el restablecimiento de los derechos civiles y políticos y la búsqueda de un orden social más justo.
Dos hitos ha de reconocerle la historia al Gral. Rodríguez: la primera Ley sancionada y promulgada que es la ratificación de la Convención Americana sobre Derechos Humanos o Pacto de San José de Costa Rica que Paraguay había suscripto en 1969 y nunca aplicado.
Y el segundo, el acto eleccionario del 9-V-1993, donde el país eligió sus nuevos gobernantes, dejando de lado las nefastas tradiciones de la hegemonía de poder y del poder eterno...
Retirado de las actividades públicas, el Gral, de Ejército Rodríguez, ya que había sido ascendido el 1 2-Xll-1989, se recoge en su hogar y su familia.
Había contraído matrimonio con Nélida Reig Castellano, del cual le habían nacido tres hijas: Dolly, Mirtha y Martha.
En uno de sus viajes a E. U. de América por razones de salud, fallece en Nueva York, de cáncer, el 20-1 V- 1997.
Dada la situación política-económica-social, lidera la revolución contra el gobierno de Stroessner y asume la Presidencia el 3-II- 1989.
Con este movimiento interpreta los distintos anhelos de libertad que anida en el pueblo y logra encauzar a una corriente vivificante que da paso a una democracia incipiente, pero dinámica.
Durante su gobierno, comienza una nueva etapa, con esperanza y libertad; comienza el fortalecimiento de las Instituciones Republicanas, el restablecimiento de los derechos civiles y políticos y la búsqueda de un orden social más justo.
Dos hitos ha de reconocerle la historia al Gral. Rodríguez: la primera Ley sancionada y promulgada que es la ratificación de la Convención Americana sobre Derechos Humanos o Pacto de San José de Costa Rica que Paraguay había suscripto en 1969 y nunca aplicado.
Y el segundo, el acto eleccionario del 9-V-1993, donde el país eligió sus nuevos gobernantes, dejando de lado las nefastas tradiciones de la hegemonía de poder y del poder eterno...
Retirado de las actividades públicas, el Gral, de Ejército Rodríguez, ya que había sido ascendido el 1 2-Xll-1989, se recoge en su hogar y su familia.
Había contraído matrimonio con Nélida Reig Castellano, del cual le habían nacido tres hijas: Dolly, Mirtha y Martha.
En uno de sus viajes a E. U. de América por razones de salud, fallece en Nueva York, de cáncer, el 20-1 V- 1997.
En el año 1989, asumió el poder, el consuegro de Stroessner, el general Andrés Rodríguez Pedotti, pariente en su oportunidad para mantener y afianzar lazos e intereses comunes. Se enfrentó primeramente subrepticiamente al entorno del dictador, por problemas de índole comercial. Ya fallecido, por un cáncer en el colon, este general, más bien por las circunstancias coyunturales que le tocó sufrir, que otra cosa, tuvo éste propósito. Aunque también a la vez, ya se vivían situaciones caóticas y extremas en el país, como la tremenda y grave crisis económica, donde grupos de ciudadanos, envalentonados por los vientos de cambio en los países del área, se lanzaban a las calles de la capital con esporádicas y pacíficas manifestaciones, constante y brutalmente reprimidas por la policía política.
Fundamentalmente afectado en sus intereses económicos por directivas impuestas desde el gobierno, realizó un golpe de estado, defenestrando al anciano dictador, que en la fecha ya contaba con 76 años. Al cabo de este suceso que duró una madrugada, entre el 2 y el 3 de febrero, el país vivió una explosión de júbilo, donde gran parte del pueblo se lanzó a las calles a festejar la caída del despótico, corrupto y sanguinario régimen.
Rodríguez era el único capaz de defenestrarlo. No existía nadie en el país con una mínima capacidad de enfrentarlo. El general Rodríguez comandaba la 1era División de Caballería, que disponía de carros de asalto y blindados, y bajo sus directas órdenes estaban todas las unidades de caballería leales a él, ya que era su comandante desde la década de los años 60. Rodríguez, dados los vientos democráticos que surgían en todo el orbe en esos años (1989), dio una apertura absoluta a las libertades públicas, sorprendiendo al país, cuya mayoría ciudadana la aprobó con una explosión de algarabía sin par, viendo que después de tantas décadas de represión y sometimiento, se podía objetar, opinar y criticar. El pueblo así, tomó las calles, ávido de libertad, de pensar, de discutir, de gritar.
De la noche a la mañana el país bullía de expectativas, de ansiedades reprimidas. Así surgieron medios de comunicación liberados que iniciaron una maratónica y desgastaste concientización cívica ciudadana, que a lo largos de los años rindieron fruto como veremos más adelante.
Pero alrededor del general Rodríguez, se mantuvieron muchos grupos de poder, tanto económicos como políticos, con grandes y profundos lazos con el régimen anterior, y el proceso que se dio a partir de allí, se vio frustrado en gran medida, debido a estas circunstancias. Pero se avanzaron en grandes aspectos, en el campo político, se liberaron aquellos partidos políticos proscritos, prohibidos y perseguidos, se modificó la Constitución Nacional, volvieron los exiliados políticos, se permitieron las elecciones de Intendentes comunales y juntas municipales, anteriormente designados directamente por el régimen, y se dio inicio a la gran aventura de encauzar los destinos del país, ya tan destruido a estas alturas
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